
Un día, mientras usaba el perfume, Luna se dio cuenta de que algo había cambiado. El aroma ya no era tan potente y su magia parecía haberse desvanecido. En ese momento, el Espíritu de la Navidad le reveló que el perfume había perdido parte de su esencia, y que solo podía recuperarla encontrando los ingredientes especiales escondidos en diferentes épocas navideñas. ¡El viaje de Luna apenas comenzaba!